
En la noche más fría del siglo XIX, nace en la ciudad de Edimburgo, Jack, el frágil hijo de una prostituta. El bebé nace con un corazón congelado y para salvarlo, le colocan un reloj de madera sonoro y molesto al que habrá de dar cuerda toda su vida y le causará todo tipo de inconvenientes. La prótesis funciona y Jack sobrevive, pero debe respectar una regla: evitar todo tipo de emoción que pueda alterar su corazón. Nada de enfados, y sobre todo, sobre todo, nada de enamorarse. Pero Jack conoce a una pequeña cantante de ojos grandes, Miss Acacia, una joven andaluza que pondrá a prueba el corazón de nuestro tierno héroe. Por el amor que siente hacia la joven, Jack se lanzará a una aventura quijotesca que le llevará desde Edimburgo a París, a las calles de Granada, haciéndole conocer las dulzuras y durezas del amor.
"Te duelen los engranajes cuando toses, verdad? -Sí. - Pues bien, ese es un sufrimiento insignificante si lo comparas con el que pueda originar el amor. Algún día es posible que tengas que pagar un precio muy alto por todo el placer y la alegría que el placer provoca. Y cuanto mas intensamente ames, mas intenso será el dolor futuro. Conocerás la angustia de los celos, de la incomprensión, la sensación de rechazo y de injusticia. Sentirás el frio hasta en tus huesos, y tu sangre formará cubitos de hielo que notarás correr bajo tu piel. La mecánica de tu corazón explotará. Yo misma te instalé ese reloj, conozco perfectamente los límites de su funcionamiento. Como mucho aguantará la intensidad del placer, pero no es lo bastante sólido para aguantar los pesares del amor."




